A través de las últimas investigaciones realizadas desde el Área de Empleo de la Fundación Santa María la Real hemos podido evidenciar las secuelas económicas, psicológicas y sociales que acarrea el desempleo, especialmente en dos colectivos: mujeres y jóvenes, que ven como aumenta su tasa de riesgo de pobreza y exclusión social
Por ello, entre nuestras reivindicaciones del Día Internacional del Trabajo, solicitamos más recursos públicos y privados para la modernización y la digitalización de los programas de orientación laboral, con mayor dotación de recursos humanos para un acompañamiento más personalizado e individualizado a las personas en desempleo
El “Informe Anual 2020 sobre el Estado del Mercado Laboral” , de Infojobs y Esade, indica que la pandemia ha marcado profundamente el contexto socioeconómico de nuestro país, con una caída del PIB del 11%; una tasa de paro del 16,13% y la destrucción de casi un millón de puestos de trabajo.
Las cifras de las últimas Encuestas de Población Activa (EPA) demuestran que no todas las personas cuentan con una igualdad de oportunidades en el empleo, y que, una vez encontrado, hay quienes sufren peores condiciones, como es el caso de las mujeres, cuya tasa de desempleo asciende casi al 18%, frente a un 14% de los hombres.
Además, como indica el informe Una aproximación al mercado laboral en España, de BBVA Research, la actividad de las mujeres se centra en sectores especialmente afectados por la pandemia, como el comercio o la hostelería. A su vez, es entre las mujeres dónde más se cronifica el desempleo, ya que el 58% de las personas en desempleo de larga duración, son mujeres.
De igual manera, la población joven encuentra enormes dificultades de acceso, con un 54% de tasa de desempleo para el grupo de edad de 16 a 19 años y un 35,14% para la franja de entre 20 y 24 años. Según el Informe Juventud en Riesgo, 2020, del Consejo de la Juventud, a raíz de la Covid-19 existe un alto riesgo de pérdida de empleo en la población joven y aproximadamente el 29,6% está en situación de ERTE o similar.
El trabajo, más allá de una manera de obtener ingresos, es una fuente de reconocimiento social, autoestima, participación e inclusión social. A través de diferentes estudios e investigaciones realizadas desde el Área de Empleo de la Fundación Santa María la Real, hemos podido evidenciar las consecuencias económicas, psicológicas y sociales que acarrea el desempleo. Los efectos más visibles de esta situación pueden observarse en el aumento de las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social entre la población desempleada.
En concreto, según la Encuesta de Condiciones de Vida (2019), del INE, hasta un 56,9% de las personas en situación de desempleo se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social. Pero, además, las dificultades económicas en numeras ocasiones vienen acompañadas de otros efectos como el sentimiento de inutilidad, la baja autoestima, la soledad, la culpa o la desmotivación para la búsqueda de empleo. La posibilidad de que estas consecuencias tengan una mayor incidencia en las personas desempleadas, dependerá de las situaciones particulares. En este sentido, entre los factores que influyen destacan la situación laboral familiar, las posibilidades auto-percibidas de insertarse, el tiempo en desempleo, las responsabilidades familiares o los apoyos sociales percibidos.
Buscar empleo, especialmente en un contexto en crisis como es el actual, no es fácil. A esto se une la necesidad de un mayor conocimiento y manejo de las nuevas tecnologías para poder acceder a las nuevas técnicas de búsqueda de empleo y a los nuevos procesos de selección online.
Ante esta situación y la evolución del mercado laboral post-Covid19, es vital contar con una mayor dotación económica para cambiar, modernizar y digitalizar los programas de formación, orientación laboral y mejora de la empleabilidad, brindando un acompañamiento más individualizado y personalizado, porque cuanto más acompañadas y motivadas están las personas en desempleo, más y mejores resultados obtendrán en su búsqueda innovadora y proactiva de empleo.