La Junta de Castilla y León ha organizado hoy en Palencia un emotivo evento con motivo del Día Internacional contra la Violencia ejercida Contra las Mujeres, que se celebra este jueves, 25 de noviembre
En el encuentro ha intervenido Mamen Carrillo, víctima de violencia de género que ha participado en el Programa Empleo Mujer Castilla y León (PEMCYL)
Ha contado la experiencia sufrida, cómo el programa PEMCYL le ayudó a encontrar trabajo y cómo le ha cambiado su vida. A continuación, reproducimos su intervención íntegra.
«Soy Mamen Carrillo. Estoy aquí para compartir mi experiencia, por si con ella puedo ayudar a otras mujeres víctimas de violencia de género.
He sufrido maltrato psicológico por parte de mi exmarido durante más de 20 años. Desconozco el motivo de su comportamiento. El caso es que yo siempre tenía la culpa de todo, y el ninguna.
Intuía que mi vida no era normal, ¡algo no me cuadraba! Hasta que un día mi hijo menor, cuando yo no estaba en casa, me envió un audio que había grabado a su padre, en el que se le oía decir q me iba a tirar por el balcón. En él se le notaba que estaba cargadito, como era habitual.
Se lo enseñé a mi compañera de trabajo, quien también había sufrido maltrato. Me dijo que eso no era normal, que debía denunciar y eso es lo que hice, (a esta amiga la agradezco infinitamente su ayuda). Me fui a la comisaria, denuncié y se activó todo el protocolo de seguridad.
Además de la denuncia, decidí también divorciarme, mi ex tuvo que abandonar el hogar familiar. Me encontré sola con mis hijos, sin trabajo y con una ayuda de desempleo insuficiente para mantener mi hogar.
Contacté con mi trabajadora social y ella me derivo a la sección de Mujer de la Junta de Castilla y León y allí me informaron de todos los recursos a los que tenía derecho. Me proporcionaron apoyo psicológico familiar, porque mis hijos también habían sufrido y presenciado el maltrato; una prestación económica y además me hablaron de PEMCYL, un programa que gestionan con la Fundación Santa María la Real, y que podría ayudar en la nueva búsqueda de empleo.
A los pocos días me llamó Marisol, una técnica de PEMCYL. Me explico el funcionamiento del programa, me gustó mucho y decidí participar. Durante las sesiones grupales aprendí a valorarme; a saber decir no con educación; a mejorar mi autoestima y tener más confianza en mí misma (antes hubiera sido impensable que yo estuviera hablando aquí en público); a hacer un currículum profesional; a saber desenvolverme en una entrevista de trabajo, a ayudar a las demás compañeras. Muchas de nosotras conseguimos trabajo, algunas de nosotras por mediación del programa y otras por ellas mismas.
El trabajo me proporcionó estabilidad, independencia económica; pero también bienestar personal, necesito trabajar sentirme útil y ser independiente.
Antes era una persona sometida y ahora soy libre, me encuentro feliz con mi vida y conmigo misma.
Para finalizar me gustaría hacer un llamamiento a las empresas, para que se involucren y nos den una oportunidad de rehacer nuestras vidas y de incorporarnos a la vida laboral de nuevo.
En muchas ocasiones hay mujeres que tuvieron que dejar su empleo porque su pareja no las dejaba trabajar y como tienen muchos años sin trabajar las consideran que están oxidadas. En otras ocasiones podemos tener problemas de horarios por los hijos.
Estoy absolutamente convencida de que si muchas mujeres tuvieran oportunidades laborales para poder mantenerse ellas y a sus hijos les resultaría mucho más fácil denunciar y salir de relaciones de maltrato.
Muchas gracias por escucharme y por proporcionarme todos los recursos con los que he podido salir del horror que es el maltrato«.