La falta de corresponsabilidad lastra el empleo de las mujeres

¿Está equilibrada la balanza de los cuidados? ¿Hay un reparto equitativo de las tareas domésticas entre hombres y mujeres? La falta de corresponsabilidad trasciende del ámbito familiar al laboral, y afecta negativamente a la trayectoria profesional de las mujeres, que reducen sus jornadas, hacen un parón o abandonan sus carreras profesionales por el cuidado de la familia

Sin la implicación real y efectiva de los hombres, no se logrará avanzar en cambios educativos, sociales, políticos, económicos y laborales para lograr una sociedad más conciliadora y corresponsable, en la que la factura de la maternidad no la paguen siempre las mismas personas

Los resultados de una encuesta publicada por la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) en 2021, ponen de manifiesto la diferente percepción que tienen hombres y mujeres en cuanto al nivel de corresponsabilidad en sus hogares: un 44% de los hombres encuestados señala que realiza las tareas domésticas de forma similar a sus parejas, mientras que la proporción desciende a un 28% en el caso de las mujeres.

Según la Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas (INE, 2021), entre las personas de 16 o más años, un 76,5% de las mujeres perciben que son ellas quienes se encargan de la mayor parte de las tareas domésticas. Asimismo, un 68% de las personas que cuidan de dependientes durante 6 horas o más al día son mujeres.

El estudio realizado en 2021 por Cruz Roja “Corresponsabilidad empresarial y familiar en tiempos de pandemia”, indica que, a pesar de que las personas encuestadas atribuyen una importancia a la conciliación de 8,2 puntos sobre 10, tan solo un 33% considera conocer todas las medidas para favorecer la conciliación que ofrece su empresa. Casi un 50% percibe que la comunicación de estas medidas no es adecuada o efectiva.

En el último estudio realizado por la Asociación Yo No Renuncio, “El coste de la conciliación” (2022), un 64% de las mujeres encuestadas que son madres declara haber asumido costes en el ámbito laboral, tales como: excedencias, reducciones de jornada o salidas del mercado de trabajo.

En el Área de Empleo e Inclusión Social de la Fundación Santa María la Real hemos lanzado el proyecto “Correspons-Habilidad”, una iniciativa gratuita de formación y sensibilización en materia de corresponsabilidad dirigida a hombres de la Comunidad de Madrid para favorecer su implicación en las responsabilidades del ámbito familiar.

Dentro del proyecto, se ha realizado una investigación social aplicada (2023). Cuando se pregunta por el interés de las personas encuestadas en realizar formación sobre conciliación, gestión del tiempo en el hogar o reparto de las tareas, los datos reflejan que un 37,8% manifiesta desinterés, un 30,3% tiene dudas y un 31,8% estaría dispuesto/a. El motivo principal de desinterés en este tipo de formación es considerar que cuentan con los conocimientos suficientes (55,3%). Sin embargo, en el diagnóstico sobre corresponsabilidad en el hogar encontramos diferencias notables en el reparto asignado a hombres y mujeres.

La formación y la información son claves para frenar este desequilibrio. Y aunque hay muchas reticencias por numerosos sectores, aumenta el número de asociaciones, organizaciones del tercer sector y administraciones públicas que apuestan por líneas de trabajo que intervienen con los hombres en busca de cambios que favorezcan la igualdad de género y la corresponsabilidad. Se detectan como buenas prácticas acciones formativas (talleres, cursos, charlas, grupos de discusión y debate) y campañas de sensibilización; además de la búsqueda de cambios legislativos.

En el ámbito empresarial se han detectado buenas prácticas que pueden favorecer la conciliación de sus plantillas, (jornada continua, flexibilidad horaria, teletrabajo, ayudas o formación, entre otras), que suponen además beneficios para las propias organizaciones como la mejora del clima laboral, la reducción del absentismo y rotación del personal, el incremento de la motivación y el compromiso de la plantilla o el aumento de la productividad.


El reto es lograr que, no solo mujeres, sino también hombres se sumen y adhieran a esas medidas de conciliación. Porque de lo contrario, estaremos alimentando la rueda: no habrá corresponsabilidad en el hogar, y sin ella, lastramos el empleo femenino, aumentamos la brecha salarial y la desigualdad de género.